La salud es lo primero; sin ella no hay desarrollo posible.
Sin embargo, la mitad de la población mundial no puede acceder a los mínimos
sanitarios y existe una falta histórica de inversión en atención primaria. En Nueva York, los líderes mundiales participan en tres importantes
reuniones sobre la salud, entre ellas una sobre preparación ante las pandemias
y otra sobre cobertura sanitaria universal, para afrontar los principales
retos.
Unos 4,500 millones de personas, más de la mitad de la
población mundial, no tienen suficiente acceso a los servicios sanitarios
esenciales, una cuestión que los líderes mundiales y ministros de países de
todo el mundo abordarán en una serie de reuniones de alto nivel relacionadas
con la salud, la siguiente semana en la sede de las Naciones Unidas.
Sin salud, el mundo está gravemente coartado en su carrera
por hacer realidad la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17
Objetivos. El recién inaugurado 78º periodo de sesiones de la Asamblea General
de las Naciones Unidas espera cambiar este hecho.
En la lista de tareas figura una nueva estrategia mundial
para prevenir, preparar y responder a futuras pandemias, tras las duras
lecciones aprendidas del brote del COVID-19 en 2020. También se están
preparando acuerdos internacionales para hacer frente a la epidemia mundial de
tuberculosis y promover la cobertura sanitaria universal.
"Vivimos en un mundo de muchas prioridades que compiten
entre sí, pero tenemos que mantener la atención de los líderes mundiales en la
salud como base del desarrollo sostenible", afirmó el director general de
la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
En este contexto, se están desarrollando en la Asamblea
General una serie de reuniones ministeriales que ya han dado a luz dos
importantes declaraciones, una sobre cómo mejor hacer frente a las eventuales
pandemias del futuro y otra sobre la necesidad de una cobertura sanitaria
universal. Noticias ONU resume aquí los principales logros e iniciativas
adoptados en estos días.
1. El nuevo acuerdo sobre pandemias va más allá del COVID-19
Mucho antes de que la pandemia del COVID-19 paralizara al
mundo, la agencia sanitaria de las Naciones Unidas estaba forjando formas
innovadoras de hacer frente a los brotes mundiales de enfermedades y virus
mortales. Sólo unos meses antes de que se produjera el confinamiento mundial
por coronavirus en marzo de 2020, la OMS discutía una estrategia internacional.
Ahora, un nuevo acuerdo sobre pandemias se presenta ante el mundo en la
Asamblea General de las Naciones Unidas de este año.
Como aprendieron dolorosamente las naciones de todo el
planeta, ningún país estaba inmune al mortal virus de rápida propagación que
puso al límite los sistemas sanitarios, mató a más de seis millones de personas
e impuso décadas de retroceso a los avances en materia de desarrollo.
De cara al futuro, el plan es hacer que el mundo sea más
seguro a través de la vigilancia de los brotes de virus a nivel mundial y la
consolidación de planes de respuesta eficaces para las generaciones actuales y
futuras.
Este miércoles, los líderes mundiales adoptaron en una
reunión de alto nivel un proyecto de declaración que los Estados han estado
negociando.
En este sentido, Adhanom Ghebreyesus señaló que la
aprobación de la declaración ha demostrado que, "incluso en estos momentos
de división y polarización, todavía es posible que los países se unan para
acordar una respuesta común a amenazas comunes".
"A los que hemos perdido les debemos el aprender las
dolorosas lecciones que nos ha enseñado COVID-19, y hacer los cambios que
mantendrán a nuestros hijos y nietos más seguros frente a las pandemias del
futuro.
Porque sabemos que la próxima pandemia es una cuestión de
cuándo, no de si ocurrirá", declaró.
2. Atención sanitaria universal
Muchos países con los sistemas de atención médica más
avanzados se vieron sorprendidos por el COVID-19 debido a su falta histórica de
inversión en atención primaria, según el director de la Organización Mundial de
la Salud.
A través de una serie de Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS), el responsable de la OMS dijo que proporcionar cobertura sanitaria
universal es imperativo.
También dijo que una atención primaria de salud sólida
(Objetivo 3) requiere inversiones a largo plazo en el personal sanitario y
asistencial, específicamente en cuanto a condiciones de trabajo dignas
(Objetivo 8). Además, la inversión en educación (Objetivo 4) debe
corresponderse con puestos de trabajo, carreras profesionales, salarios e
incentivos adecuados, añadió.
Dado que dos tercios del personal sanitario y asistencial
son mujeres, enfatizó que las inversiones en este ámbito también pueden
promover la igualdad de género (Objetivo 5).
Para alcanzar una población más saludable, los ministros
adoptaron el boceto de la declaración política este jueves durante la reunión
de alto nivel sobre la cobertura sanitaria universal.
Durante la sesión, Adhanom Ghebreyesus señaló que la muerte
prematura de personas no es un problema técnico, sino político. "La
cobertura universal de salud es una decisión, una decisión política",
declaró.
"La declaración política que los países han aprobado
hoy es una señal clara de que están tomando esa decisión. Pero la elección no
se hace sólo sobre el papel. Se hace con decisiones presupuestarias y
políticas. Sobre todo, se hace invirtiendo en atención primaria, que es el
camino más inclusivo, equitativo y eficiente hacia la cobertura sanitaria
universal."
En este sentido, el responsable de la OMS pidió a los
Estados miembros tomar medidas en favor de la cobertura universal de salud y
convertirla en la prioridad principal de su gobierno; atribuir los recursos
financieros necesarios para ello; y hacer frente a los factores que impulsan la
aparición de enfermedades como las condiciones de vida de la población,
incluyendo la comida y del aire.
3. El Consultorio de Salud
Mientras los diplomáticos debaten los retos mundiales en la
sede de las Naciones Unidas, la OMS ha puesto en
marcha el Consultorio de salud sobre Objetivo de Desarrollo número 3, acerca de
la salud y el bienestar.
El Coro Global Scrubs, conformado por personal de primera
línea del hospital Royal Melbourne en Australia, está prestando sus servicios
de musicoterapia en el Consultorio de Salud durante la semana de alto nivel de
la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Los visitantes pueden sentarse en un “banco de la amistad” y
explicar al personal de la clínica por qué la salud mental es importante para
ellos. Después de todo, la salud no es solo la ausencia de enfermedades o
dolencias sino un estado de completo bienestar físico, mental y social.
4. 30 años de la epidemia de tuberculosis a punto de quedar
en el olvido
Este viernes se celebró un diálogo de alto nivel con el
objetivo de intensificar los esfuerzos mundiales para finalmente poner fin a
una epidemia de tuberculosis que ha durado ya décadas y que sigue siendo una
causa significativa de mortalidad en todo el mundo.
Esta enfermedad prevenible y curable afecta de manera
desproporcionada a los países en desarrollo, y una cuarta parte de la población
mundial está infectada con la bacteria que causa la enfermedad. Se calcula que
en 2021 enfermaron de tuberculosis 10,6 millones de personas, de las cuales
aproximadamente 1,6 millones fallecieron a causa de ella.
Treinta años después de que la Organización Mundial de la
Salud declarara la tuberculosis como una emergencia mundial, la epidemia sigue
siendo un desafío crítico en todas las regiones y afecta a todos los países del
mundo. Millones de personas enfermas de tuberculosis carecen cada año de una
atención de calidad, incluido el acceso a pruebas diagnósticas y tratamientos
accesibles, especialmente en los países en vías de desarrollo, según la agencia
sanitaria de la ONU.
La adopción del proyecto de declaración política significa
que las naciones se comprometieron a alcanzar objetivos más ambiciosos durante
los próximos cinco años para cambiar rápidamente esta situación.
Los objetivos incluyen llegar al 90% de las personas con
servicios de prevención y atención, utilizando una prueba rápida como primer
método de diagnóstico; proporcionar paquetes de prestaciones sociales a todas
las personas con tuberculosis; autorizar al menos una nueva vacuna; y cerrar
las brechas de financiación para la implementación y la investigación para
2027.
El director general de la OMS destacó tras la aprobación que
“durante milenios, nuestros antepasados han sufrido y muerto con esta
enfermedad, sin saber qué era, qué la causaba ni cómo detenerla”.
Sin embargo, hoy en día, se disponen de conocimientos y
herramientas para hacer frente a la enfermedad, además de un componente
fundamental: compromiso político, señaló
Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“Tenemos una oportunidad que ninguna generación en la
historia de la humanidad ha tenido: la oportunidad de escribir el capítulo
final de la historia de la tuberculosis”, declaró.
5. Plan de acción mundial
En 2019, la Organización Mundial de la Salud estableció el
Plan de acción mundial a favor de una vida sana y bienestar para todos, que
reúne a 13 organismos multilaterales de salud, desarrollo y trabajo humanitario
de todo el mundo. A pesar de los crecientes desafíos durante la pandemia del
COVID-19, la red de organismos logró merecidos avances, que compartieron en la
Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El objetivo es sencillo: ayudar a los países a acelerar los
avances de los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la salud.
Juntos, emprenden acciones conjuntas y proporcionan un apoyo coordinado y
alineado a los planes y estrategias individuales que dirige cada nación.
"En los últimos años hemos vivido una especie de
tormenta perfecta: el COVID-19, el cambio climático, los conflictos y otras
crisis están amenazando los avances de los últimos 20 años", afirmó Peter
Sands, director ejecutivo del Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la
Tuberculosis y la Malaria, que forma parte de la red mundial.
"Podemos mantener e incluso acelerar los avances si
trabajamos juntos para afrontar los retos sanitarios más acuciantes y construir
sistemas de salud más fuertes y resistentes, pero es vital que al hacerlo
abordemos las profundas y omnipresentes desigualdades sanitarias entre los
países y dentro de ellos".